Son detallitos, si, pero se hacen notar por el vecindario, especialmente para los que de manera habitual nos pateamos las calles del barrio y vamos "viendo" y no símplemente "mirando". Claro que para eso, hay que dar, de vez en cuando, una vueltecita por las calles y preocuparse. A lo mejor sale algún listillo diciendo que esto ya lo habían pedido ellos hace muuuucho tiempo. Esa frase está tan manida que ya no cuela.
Nos estamos refiriendo a la barandilla que aparece en la fotografía, que se instaló hace un par de días y que ayuda en gran media a los que "sufrimos" esa enorme subida, en ocasiones más de una vez cada día, y que al llegar a esas fatídicas escaleras, vamos a encontrar un punto de apoyo, que con un buen tirón del brazo, nos hará más liviano ese último paso para desembocar en Almendros Aguilar.
Recién pintadita hoy esta bendita barandilla, al mismo tiempo que los pinetes de la plaza, que gracias a Dios está más digna sin objetos "extraños", y la desaparición de maceteros que se habían convertido en "meaderos de perros", por supuesto por culpa de sus dueños. De hecho la fachada de Urbanismo, ya tiene una zona en la que los propietarios de canes, que son insolidarios, tienen otro punto menos de poner a sus perritos para "ensuciar" nuestra plaza.
En fin, como no nos duelen prendas, por parte de JAENDONDERESIDO, agradecidos, repetimos, por detallitos como este, que aunque en muchos casos parecen desapercibidos, son bienvenidos por el vecindario. ¡Ojalá sigamos recibiendo este tipo de "sorpresitas" a las que nuestro amigo Padorno y su equipo nos tienen acostumbrados!
Por cierto, la pared, indecorosa. Poco cuidada y con los típicos "pintarrajos" de esos elementos que se tenían que meter la manita en el bolsillo, o pintar en su casa. A lo mejor allí no los dejaba su familia seguramente, pero enfin, como siempre a aguantarse tocan.
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